lunes, 20 de septiembre de 2010

MEDITACIÓN DE LA LLAMA TRINA


Resumimos la última meditación que realizamos en el centro para que si queréis la podáis repetir cuántas veces queráis.
Encendemos tres velas de color azul zafiro, amarillo dorado y rosa, además de un incieso de mirra o espiritual, todo ello con música relajante de fondo y una luz extremadamente ténue.
Nos sentamos en posición cómoda, o, incluso si se nos apetece más nos tumbamos. Intentamos despejar la mente, olvidar las vivencias del día y aparcar para más tarde todo tipo de pensamiento. Para ello, con la ayuda de la respiración nos vamos relajando. Inhalamos luz, exhalamos luz…., inhalamos luz, exhalamos luz (intentamos aguantar el aire en los pulmones y soltarlo poco a poco). Este juego lo repetimos aproximadamente diez veces.
Empezamos a percibir un gran foco de luz radiante que en nuestra respiración va creciendo. Vamos olvidando los pensamientos y a la vez visualizamos interiormente la llama TRINA, es decir, las 3 llamas:
- AZUL ZAFIRO.
- AMARILLO DORADO.
- ROSA.
Estas 3 llamas representan nuestra presencia divina.
Visualizamos la llama AZUL. Va creciendo, creciendo…. La tonalidad se va intensificando. Sentimos que la luz azul nos inunda por dentro. Esta luz nos da fuerza, FE, nos llena de ideas, cataliza nuestros pensamientos, refuerza nuestra confianza, y nos refuerza nuestra seguridad.
Visualizamos la llama ROSA. Va creciendo, creciendo… La luz ROSA va subiendo de tono. Sentimos que esa luz nos invade nuestra alma. Nos sentimos ROSA. Esta luz nos da energía de confort, bienestar, comprensión, nos llena de empatía. El amor ROSA nos inunda, crece, crece, …., llena cada rincón de nuestro campo energético. Intentamos coger todo lo que necesitamos de la llama ROSA.
Visualizamos la llama DORADA. Va creciendo en nuestro interior. Es luz de sabiduría, claridad mental en nuestros sentimientos, intuición en nuestro devenir. Nos cubre nuestros canales para conectar con el cielo. Sentimos que nuestro 7º chakra conecta con la divinidad. Nos equilibra el alma. Nos llena de AMOR. Nos elimina el ODIO. Tal como nos inunda la luz DORADA, vamos viendo nuestros problemas como si los viera otra persona que nos ve. Nos volvemos luz DORADA y esos problemas se van apagando, diluyendo….
Inhalamos lentamente, exhalamos lentamente….. (diez veces). Inhalamos y nos damos cuenta que estamos dentro de la llama TRINA:
- LUZ AZUL ZAFIRO.
- LUZ ROSA.
- LUZ DORADA.
A la vez pensamos que somos ese foco que multiplica la potencia de la luz TRINA que nos inunda, reflejándolo en todos los rincones de la HUMANIDAD, deseando paz, amor y prosperidad.

NAMASTÉ!!